Es una póliza integral que protege a empresas frente a múltiples riesgos en una sola cobertura. Brinda resguardo contra incendios, robos, daños a equipos, responsabilidad civil y otros eventos que puedan afectar la continuidad del negocio.
Evaluación de riesgos: Se analiza la actividad de la empresa y los bienes a asegurar.
Documentación requerida: Generalmente, se solicita el RUC, escrituras de la empresa, información financiera y un inventario de activos.
Propuesta y cotización: Se define la cobertura, el monto asegurado y las condiciones del contrato.
Emisión de la póliza: Una vez aprobada la solicitud, se formaliza el contrato y la póliza entra en vigencia.
Las exclusiones pueden variar según la póliza, pero generalmente incluyen:
Actos fraudulentos o dolosos: Si el siniestro es causado de forma deliberada o con mala intención, no será cubierto por el seguro.
Conflictos armados o guerra: Los daños ocasionados por guerras, conflictos armados o terrorismo no son cubiertos.
Armas nucleares: Daños ocasionados por armas nucleares o materiales radiactivos tampoco están dentro de la cobertura.
Desgaste o deterioro paulatino: El seguro no cubre el daño natural o el desgaste que se produce por el uso normal de los bienes asegurados.
Vicios propios: Defectos preexistentes en los bienes asegurados que no hayan sido identificados previamente tampoco serán cubiertos.
El siniestro debe ser reportado a la aseguradora lo antes posible, proporcionando detalles del incidente y documentos de respaldo.
Evaluación del caso: Se realiza una inspección y análisis de los daños.
Aprobación y pago: Una vez validada la cobertura, la indemnización se realiza en los plazos estipulados en la póliza, que pueden variar según el caso.
Sí, esta póliza permite adaptar las coberturas según el tipo de negocio y sus necesidades específicas. Se pueden incluir garantías adicionales para riesgos particulares como interrupción del negocio, daños por terremotos o pérdidas de inventario.